Las voces surgieron desde 2014 cuando Rusia se hizo con Crimea, pero pocos observadores tomaron en cuenta que era el primer paso para trabajar una estrategia que duró 8 años en ser planificada.
Las diferencias entre Rusia y Ucrania vienen con fuerza desde el año 2014 cuando se produjo la llamada Revolución del Maidán donde miles de personas se reunieron en la plaza de la Independencia en Kiev, rechazaron al presidente pro ruso Víctor Yanukóvich a quien acusaban de corrupto y no quiso adherirse a un Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea. Los pro occidentales exigieron la salida del mandatario ucraniano quien huyó a Rusia después de cuatro meses de protestas y cuando los ciudadanos pidieran su salida luego de la muerte de 100 personas.
Al mismo tiempo Rusia invadía Crimea y aunque nunca aceptó que la idea hubiera sido dirigida desde el Kremlin, se hizo un referéndum que dejó muchas dudas en el que supuestamente la población aceptaba pertenecer a la Federación Rusa.
Por esas mismas fechas Rusia apoyó a las milicias separatistas pro rusas de la región del Dombás, provocando que Ucrania respondiera militarmente. Desde entonces la situación se ha agravado y lo que termina con la invasión rusa en febrero de 2022 es la declaración de repúblicas independientes de Lugansk y Donetsk, reconocidas solo por Rusia.
A los ucranianos les ha costado muchas vidas mantenerse como una nación libre y el nacionalismo une a sus ciudadanos para defender cada centímetro de su país. Hoy el país está rodeado por Rusia quien ejerce presión para hacerse con la capital Kiev, se defienden con todo lo que pueden. Mas de 140 naciones se han manifestado en todo el mundo a favor de la paz en Ucrania pero la voluntad de terminar con la guerra solo depende de 1 hombre y 4 asesores del círculo cercano a él.
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